«Queremos pedir disculpas por
describir al Papa como el líder
tiránico de una institución corrupta»«Este país tiene mucho que aprender de su humanidad y
su preocupación por los más débiles de la sociedad»,
se lee en el diario laicista británico.
“El Papa. Una disculpa. Queremos pedir disculpas por describir a Su Santidad como el líder tiránico con botas militares de una institución corrupta empeñada en la violación de niños y el exterminio de todo el continente africano. Ahora aceptamos que es un hombre viejo y dulce, nunca más feliz que cuando besa a los bebés, y que este país tiene mucho que aprender de su humanidad y su preocupación por los más débiles de la sociedad".
Con este tono irónico, Lawson constata el cambio de tono generalizado de la prensa inglesa tras la visita del Papa. El propio Independent, constata, ha publicado comentarios editoriales que “hubiesen sido impensables una semana antes”.
“Cuando alguien es calificado como un monstruo (o ´un viejo villano lascivo con sotana´, como dijo Richard Dawkins) y surge como una modesta figura académica visiblemente incómoda con la grandilocuencia política de una visita de Estado, los opinadores perciben que sus lectores preferirían un tono más amable”, afirma Lawson.
“Sospecho que es precisamente el carácter apolítico del Papa Benedicto XVI que le da un cierto atractivo popular, incluso a aquellos que no son miembros de la Iglesia Católica, y que sin duda no se sienten obligados a seguir sus inamovibles pronunciamientos doctrinales”.
Concluye el columnista, que fue director del Spectator: “La humildad es quizás la más difícil de las virtudes; los más presumidos críticos laicistas del Papa podrían aprender de su ejemplo”.
Quizás el cambio más sintomático haya sido, como recogía el inicio de esta noticia, el caso deThe Independent, periódico que durante el periodo anterior a la visita se había hecho a sí mismo portavoz del sector laicista más agresivo.
En su editorial de ayer, Benedict spoke to Britain, el diario admitía que la visita “había ido mejor, incluso mucho mejor de lo que podía esperarse”, gracias sobre todo “a lo que el Papa dijo y a cómo lo dijo”, mostrando “que tiene un lado mucho más cálido, más humano y menos rígido de lo que parece a distancia”.
“Y respecto a sus alusiones a cuán arriesgado es para la tolerancia desterrar la religión a los márgenes, quizás haya dejado una Gran Bretaña con la mente un poco más abierta que cuando la encontró”, concluye el editorial de forma sorprendente.
De gira por un país con un 10% de bautizados y, probablemente, menos de la mitad de esa cifra de verdaderos católicos, lo sensato es "cogérsela con papel de fumar", como dice el dicho popular.
ResponderEliminarLos circunloquios, las medias verdades y las ambigüedades son la tónica dominante en el discurso de los Papas, y Benedicto es un diplomático nato. Muy muy inteligente. Sabía dónde estaba y en qué condiciones.
Como buen político, sabe discernir qué actitud es preciso mantener en cada situación.