jueves, 19 de mayo de 2011

EL MOVIMIENTO 15-M



¿Qué está pasando en la Puerta del Sol?

Ha estallado. No podemos seguir así. Ha llegado un momento en que tanta indignación tiene que salir, aflorar, más aún: reventar. Tanta rabia contenida, tanta frustración acumulada, tanto desencanto reprimido, tanta insatisfacción soportada, no puede más que llevar a un grito de hartazgo y a un deseo que las cosas cambien. Bien, de acuerdo. ¿Pero qué es lo que tiene que cambiar y hacia dónde debe dirigirse ese cambio? ¿Cómo encauzar y dar forma al deseo incontenible de barrer de una vez la prepotencia de los poderosos, el engaño constante de la clase política, la farsa de los medios de comunicación, la hipocresía de los filántropos, el egoísmo de la sociedad, el abuso de los más fuertes, la injusticia de la judicatura, el cinismo de los Estados, la codicia de los mercados, la tiranía del sistema? Porque el problema es que esa multitud que está indignada forma parte del sistema, lo quiera o no. Twiter y todas las redes sociales forman parte del sistema, lo mismo que los bancos, los mercados y todo el entramado financiero, los partidos políticos, las multinacionales, la Justicia sometida al gobierno de turno y el control y manipulación de los medios de comunicación. ¿Cómo cambiar el sistema cuando se está prisionero de él? Y más importante aún: Si este sistema ha de ser cambiado ¿cuáles son los pilares sobre los que se ha de construir un nuevo sistema? Porque lo que está claro es que la sociedad necesita de un modo u otro, un sistema de organización si no quiere caer en el caos y la anarquía.

Lo que está sucediendo es un comienzo de algo que puede ayudar a cambiar las cosas o que puede complicarlas aún más. Está claro que nos encontramos en un momento de crisis, y no me refiero a la crisis económica. La realidad es que la crisis económica no es más que la punta del iceberg de la gran crisis moral de la sociedad actual de la cual formamos parte.

La corrupción de las instituciones, de los gobernantes, de los partidos políticos, de los sindicatos, de los sistemas financieros, de los jueces, de todo el entramado de la sociedad no es más que la corrupción de las perosnas que conforman esas instituciones. Y ¿cómo se ha producido esa corrupción? Por la pérdida del valor y del sentido moral y trascendente de la persona. Si lo único que hay y existe es el dinero y la vida presente, no tiene sentido ser honrado, veraz, responsable, trabajador, solidario, ayudar a los demás, etc. Lo único que tiene sentido en un sistema así, es el egoísmo: lograr como sea la mayor cantidad de bienes materiales y disfrutar de ellos. Nuestra sociedad es una sociedad pagana en la que impera el “comamos y bebamos que mañana moriremos”. La juventud se queja de que no tiene futuro pero ¿de qué futuro nos habla? ¿Del botellón de los fines de semana? Hemos convertido este mundo en una selva en la que domina el más fuerte, el más listo, el más hábil para ganar más dinero. Ese es el triunfador. El poder se busca como medio para dominar, no para servir. Y esa concepción se ha instalado también en las demás capas de la sociedad. De modo que el malestar no es tanto por motivos elevados sino por no poder gozar de lo que otros gozan, por no ser lo suficientemente hábiles para conseguirlo, es decir, por estar debajo y no arriba. Muchos desencantados no están verdaderamente en contra del sistema sino de la suerte que corren con el sistema. Si estuvieran arriba, estarían encantados con el sistema. Con lo que se evidencia que el problema de fondo sigue sin afrontarse. El sistema tiene que cambiar pero no para que cambie mi situación personal, sino lo que se entiende por el bien común. Mientras siga siendo el egoísmo el motor de las denuncias del sistema no solucionaremos nada. Cambiar el sistema será simplemente el pataleo de los que están abajo de querer ocupar el lugar de los que están arriba.

Lo que debemos de afrontar seriamente es el valor moral, el sentido trascendente de la persona humana, de modo que luchar y morir, si fuera necesario, por la verdadera justicia no sea algo inútil.

Pero si no hay nada por lo que merezca dar la propia vida, y si no hay más justicia que la injusta justicia humana… entonces intentar cambiar el sistema es en realidad un engaño. Lo único que se pretende, en ese caso, es cambiar la situación desfavorable en la que uno se encuentra o en la que le ha colocado el sistema. En el fondo la motivación es egoísta, es decir, inmoral. Tan inmoral como los que se sirven del sistema para mantener su situación de privilegio. Si no hay una esperanza, algo por lo que estar dispuesto a morir, por decirlo claramente, si no hay Dios y vida eterna sino solo materia y vida terrena, entonces amigos… estamos en la ley de la selva y las pretensiones de cambiar el sistema no son más que parte del mismo sistema. Somos unas pobres marionetas movidas por los tentáculos determistas del sistema y la libertad y la verdad son sólo palabras vacías y sin sentido.

Gracias a Dios, hay quien sí cree en la Verdad y en la Justicia. Hay quien cree en Dios y en la Vida eterna y, por ello hay quienes pensamos que es posible un cambio en el que el bien común y el pleno desarrollo de la persona, el respeto a sus derechos fundamentales no sea mera palabrería sino algo real.

3 comentarios:

  1. Me ha encantado leer esta entrada y la voy a compartir ahora mismo en mis sitios. Cierto que las redes sociales solo son otra mnipulación más. La prueba, que ésta mañana colgué un comentario similar al suyo en mi Facebook y se me ha quitado. Extraño pero cierto. Solo que aun he ido más allá que usted, hablando del Poder Oculto que gobierna los gobiernos y que se han empeñado en aniqular a la iglesia católica. Qué fácil lo tienen en ésta sociedad moderna que vive de espaldas contra Dios, que se declara "ateo" en su mayoría y que solo está esperando a que se le ponga un cabeza de turco, para así distraer del verdadero culpable...Estos tiempos que vivimos destruyen gratas ilusiones y disipan sueños, dejándonos desencantados como bien dice, de todo. ¿Y si no hay nada después de todo, para qué ser ético y correcto con el prójimo? Quién está llevando las riendas y qué está pasando nos queda claro a algunos que hemos estado indagando la verdad. Perdón Verdad (prefiero la mayúscula) y no hay duda. Supongo que lo ha leído, pero lo recuerdo hoy, aunque no había nacido cuando se escribió:
    http://es.scribd.com/doc/24821808/El-Gobierno-Mundial-y-La-Contra-Iglesia
    Le saluda,
    C.Bürk

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  2. Y ahora hablan de disidentes manipulados........NO NO NO , INSURGENTES PACÍFICOS. En los ojos de esos jóvenes he visto el futuro, en sus miradas el Amor. Seamos lana de oveja para abrigarnos y abrigar. Sólo el hombre realmente espiritual puede juzgar.Apoyemosles de Corazón. El que no sufre no gana, arranquemos poco a poco las entrañas a la Bestia ( 666), o matemosla ya.....YA ???????? AMOR Y CORAJE !!!Ya estamos saltado alto, saltemos más todavía PACIFICAMENTE!!!! OS AMO!!!

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  3. D. José,

    Cuánto buenismo made in progre ! Los de la puerta del sol son neocoms (neocomunistas) disfrazados de ciudadanos neutrales, pacíficos y preocupados; la izquierda se reinventa para seguir creciendo: justo como hacen las culebras, que cambian la piel para hacerse más grandes.


    Saludos

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