lunes, 23 de diciembre de 2013

El problema de los abortistas


Los partidarios del aborto tienen un problema: se han quedado sin argumentos. No han avanzado ni un milímetro en el intento de justificar el aborto. El consabido "decidir sobre el propio cuerpo" se ha vuelto contra ellos si es que no lo estaba ya desde el principio. Efectivamente, el cuerpo de la mujer embarazada es suyo y ella es muy libre de decidir sobre él. La cuestión es precisamente esa: su cuerpo es suyo pero el del niño concebido no es suyo sino del niño por nacer. Y sobre ese cuerpo ajeno no puede decidir, y menos aún para matarlo. Por eso, a pesar de lo anticuado y rancio del argumento no pueden encontrar otro, sencillamente porque no lo hay. La evidencia es demasiado grande para negarla y solo pueden enrocarse ciegamente en repetir esa absurda y ridícula afirmación como si de un dogma se tratara. La justificación del aborto tiene los días contados. Como cayó la justificación de la esclavitud o la del genocidio nazi por parte de la Alemania de Hitler. Las generaciones venideras no entenderán cómo se ha podido mantener durante tanto tiempo este gigantesco crimen contra la humanidad.

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