TODOS SOMOS RESPONSABLES DE ESTAS SITUACIONES
No habría este tipo de situaciones si los que gozamos de un bienestar en los países desarrollados exigiéramos con un clamor y una energía fuerte que se ayude de verdad a las naciones subdesarrolladas. Pero sucede que aunque estas imágenes nos duelan, es algo que no nos está sucediendo a nosotros. En definitiva, que no acabamos de identificarnos con nuestros prójimos. Hoy tenemos menos excusa que hace unas décadas. Ante Dios no será posible decir: "no lo sabía, no podía hacer nada, no me di cuenta". Piénsalo.
Esto me genera un gran dilema. Por una parte creer en el poder de Dios para hacer justicia. Por otra parte, en la oración de intercesión. Frente a la cruda realidad, temo que de tanto llenarnos la mente de estas imágenes estamos atrayendo esto a nuestro mundo con fuerza análoga a la oración. Es como utilizar la energía nuclear para hacer una bomba en vez de usarla para generar energía. Si creemos en el poder de Dios y su justicia, difundiríamos más cosas positivas, que generen un centro de atracción en ello. Perdón por no entender claramente su mensaje.
ResponderEliminarEn realidad soy yo quien no entiende qué es lo que quiere decir con su comentario.
ResponderEliminarYo no veo dilema alguno entre la justicia de Dios y la oración. El refrán popular dice: "A Dios rogando y con el mazo dando".
Confiar en que Dios hará justicia no nos exime de conformarnos sólo con la oración. No sé si esto aclara algo.