domingo, 6 de junio de 2010

En Argentina la Iglesia tiene que actuar con contundencia

¿A qué espera Monseñor Ñañez para suspender al padre Nicolás Alessio?

A las 11:20 AM, por Luis Fernando
Categorías : Anti-magisterio, Cultura de la muerte, Actualidad

Argentina está asistiendo a un espectáculo ciertamente lamentable. Los Kirchner y cía andan empeñados en seguir los pasos zapateriles en el camino de la ingeniería social y puede que logren que el matrimonio entre homosexuales sea una realidad en el país sudamericano. Como era de esperar, la jerarquía católica se ha manifestado en contra de forma bastante clara. Incluso los cristianos evangélicos, dando una lección a más de uno, convocaron una manifestación en contra del “gaymonio” que fue todo un éxito.

Pues hete aquí que un grupo de sacerdotes y religiosos católicos han apoyado públicamente, mediante la firma de un escrito, el dichoso matrimonio homosexual. Ante lo cual, el arzobispo de Córdoba ha llamado a capítulo al cabezilla de esos curas rebeldes, Nicolás Alessio, para pedirle que se retracten públicamente.

El resultado de la petición del arzobispo ha sido “fulminante". Al poco de reunirse con él, el padre Alessio participó en un programa televisivo en el que se debatió sobre la cuestión. Enfrente tenía a un político evangélico. ¿Quiénes creen ustedes que se mostró contrario al matrimonio homosexual? El político evangélico. ¿Quién lo defendió? El cura católico, a pesar de lo que había pedido Monseñor Carlos Ñañez.

Si a la Iglesia en Argentina le queda un mínimo de dignidad, que espero y confío en que así sea, ese sacerdote estaría mañana mismo suspendido. Si no la tiene, Nicolás Alessio seguirá siendo sacerdote y se podrá presentar como tal ante los medios de comunicación.

Los argumentos de ese cura prepotente y chulo, que deja en ridículo a su arzobispo, son los de siempre. Dice que el tema del matrimonio entre homosexuales no es una cuestión dogmática. Que si a él le preguntan si Dios es trino responde que sí, pero que en aquello que no es dogma de fe hay libertad de opinión. La realidad es muy diferente. Dice el Concilio Vaticano II:

Los Obispos, cuando enseñan en comunión por el Romano Pontífice, deben ser respetados por todos como los testigos de la verdad divina y católica; los fieles, por su parte tienen obligación de aceptar y adherirse con religiosa sumisión del espíritu al parecer de su Obispo en materias de fe y de costumbres cuando él la expone en nombre de Cristo. Esta religiosa sumisión de la voluntad y del entendimiento de modo particular se debe al magisterio auténtico del Romano Pontífice, aun cuando no hable ex cathedra; de tal manera que se reconozca con reverencia su magisterio supremo y con sinceridad se adhiera al parecer expresado por él según el deseo que haya manifestado él mismo, como puede descubrirse ya sea por la índole del documento, ya sea por la insistencia con que repite una misma doctrina, ya sea también por las fórmulas empleadas.

Si eso se pide a los fieles, ¿qué no se pedirá si además son sacerdotes?, ¿quién se cree que es ese cura para llevarle la contraria al Papa y a todos los obispos en lo referente al matrimonio entre homosexuales? ¿a cuento de qué puede la Iglesia permitir que un cura ponga en evidencia al magisterio en un programa de televisión, de forma que quien tiene que defender las tesis de la propia Iglesia sea un cristiano evangélico?

Sinceramente, creo que hablo en nombre de muchos fieles si digo que estamos HARTOS de tanta desvergüenza, de tanta chulería impune de los heterodoxos, de tanta pusilanimidad contra hombres que son indignos de ser sacerdotes. Está muy bien que el arzobispo haya pedido a Alessio y su camarilla que se retracten. Pero como no lo hacen, sólo queda la expulsión del estado clerical o alguna medida de similar contundencia. Es lo que exige la salud espiritual de la Iglesia y de los fieles que quieren obedecerla como Madre y Maestra y no maltratarla como a una prostituta que se vende a los políticos de turno y al padre de la mentira. Esto, y no otra cosa, es lo que hacen presbíteros como Nicolás Alessio. A la calle con ellos.

Luis Fernando Pérez

3 comentarios:

  1. Padre, estoy totalmente de acuerdo con el señor Perez. También con la Jerarquía de la Iglesia. Creo que los católicos tenemos un freno a la hora de manifestarnos públicamente, porque es muy burocrática la cosa. Hay que pedirle opinión al sacerdote, que eleva al obispo que eleva a no se quién antes de ir a una manifestación en contra de algo o a favor de algo. Salvo que la convoque directamente la Conferencia Episcopal. Es verdad que la gran marcha estuvo convocada por las iglesias protestantes. Pero muchos católicos, me consta, fueron a la manifestación porque están de acuerdo. Si yo hubiera estado en Buenos Aires también hubiera ido. Saludos.

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  2. Estimado amigo:

    Los fieles laicos también son Iglesia Católica y no tienen que estar esperando que la Jerarquía organice o deje de organizar. Los fieles laicos son muy libres de convocar las manifestaciones que crean oportunas para defender los principios, que por otra parte no son de la exclusividad de la Iglesia sino que pertenecen al ámbito de la Ley natural.
    Además hay que plantear las cosas con claridad. No se está en contra de los homosexuales. Lo que se está es a favor de la familia. Y por ello a favor de que exista un tratamiento justo y adecuado para realidades que son totalmente distintas. No hay ni homofobia, ni discriminación. Lo que sí hay es el legítimo derecho de defender la familia natural fundada sobre la unión de un hombre y una mujer. La única que es capaz de crear el ámbito adecuado para la procreación y educación de los hijos y en definitiva ser la base y el fundamento de una nación.

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  3. Se ve valentía de políticos (el evangélico citado) por esos mundos... que brillan por su ausencia en esta nuestra España.
    Y la clave de nuestro tiempo es si se está con el hombre o contra él.

    Un saludo.

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